El secreto de Mary Reilly

En 1996 se estreno la peli de la que os vengo ha hablar hoy. Ultimamente me ha dado por las pelis que vi de pequeña, supongo que son esas experiencias que de alguna manera me convirtieron en la amante del cine que soy hoy en día.

Una de las cosas que más envidio de mi infancia es que tenia más capacidad de maravillarme por las cosas que veía, recuerdo que pelis como La Máscara, El Guardian de las Palabras, Jumanji, Twister o Phenomeno, son pelis, que si hubiera visto de más mayor, creo que no las hubiera encontrado ni la mitad de fascinantes que las encontré en su momento.

Como digo la peli basada en la novela de 1990. Mary Reilly de Valerie Martin, es una revisión del argumento de Stevenson desde el punto de vista de una criada de la casa de Jekyll llamada Mary Reilly, que en la historia original creo que es nombrada como mucho un par de veces.

De siempre, literalmente, la historia de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, me fascina:  el tema del que habla, lo atmosférica que es, la capacidad para hablar de temas muy complicados de una manera tan sencilla y a demás la sensación de que da igual las veces que lo leas siempre siento que habla de la naturaleza humana, del bien y del mal pero con profundidad, desde los sentimientos. La visión de un Jekyll torturado por una mezcla impura que libera su otra mitad, que no por ser su parte más terrible deja de ser menos suya. La dualidad humana desde Jekyll al increíble Hulk tiene como Drácula un millón de reversiones y creo rotundamente que es porque nos habla de algo tremendamente humano, de alguna manera todos nos sentimos identificados con esa parte educada, racional políticamente correcta que esconde el instinto animal, brutal y terrible que todos llevamos dentro.

Y porque vengo a hablar de una peli que no es una adaptación directa de esta historia. Porque al igual que su historia original me maravilla la manera en la que aborda el tema. Obviamente tenemos a un Doctor Jekyll, interpretado por un siempre magnifico John Malkovich, que encarna a la perfección un papel que le va pintado. Dibuja a la perfección esa doble naturaleza por un lado educada y correcta del doctor, y por otra, la otra versión, salvaje, animal y terrorífica de Hyde. Sin perder jamas y hasta aportando un morbo extra a la parte de Edward Hyde.

La película me gusta por cuatro razones: En primer lugar como decía al principio es tremendamente atmosférica, la niebla, la casa del Doctor, el laboratorio y los distintas localizaciones provocan la sensación opresiva que es tan magnética en la historia original.En segundo lugar, los actores, Si John Malkovich esta sensacional. La mirada y la forma de actuar de Julia Roberts hacen que el publico se meta de lleno en una historia gótica de manual. En tercer lugar, logra trasladar la historia original no solo al protagonista. Habla de la doble naturaleza humana, en cada uno de sus protagonistas, Mary, su padre o el personaje de la enorme Glen Close todos ellos, sin poción, sufren la lucha entre el bien el mal, entre lo humano y la parte de instinto que todos escondemos. Y por ultimo, muchas pelis que no tienen un género concreto, a veces, se pierden en sus desarrollos. Pero, esto no le pasa en absoluto, el Secreto de Mary Reilly, es una mezcla de cine de suspense, terror y romántico que no se decide claramente con ninguno ofreciendo cosas muy buenas de cada uno de ellos.

 

 

Anuncio publicitario

El Apartamento y Irma la Dulce de Billy Wilder

Hay películas que sin haberlas visto nunca te generan curiosidad solo con el título, historias que sin exagerar su fama las precede. El Apartamento del inconmensurable señor Wilder. Algún día os explicaré la obsesión tan particular que tengo con este director y sus historias, siempre me parecen sobresalientes.

El Apartamento está catalogada como película romántica, pero señores, no os dejéis engañar por esta etiqueta. El Apartamento, es muchas cosas, pero no tiene ningún punto en común con las típicas comedias románticas superficiales y vacías.

Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Nos cuentan una historia vacía de artificios y llena de alma y corazón. Personajes trabajados al milímetro con obsesiones, deseos, dramas y traumas reales. Que provocan una empatía instantánea con el espectador. En los primeros minutos de metraje, vemos como el personaje de Jack Lemmon está obsesionado por ascender dentro de una empresa en la que es considerado tan solo un número. Su estrategia para ascender en la empresa, no es otra, que prestar su apartamento a todos aquellos jefecitos que tengan aventuras amorosas. Esto genera una presentación de personajes y a mi parecer una crítica muy interesante sobre la frivolidad de algunas relaciones románticas. Hasta aquí las risas están aseguradas, pero no tardará en aparecer en escena una magnética y encantadora Shirley MacLaine responsable de las líneas de guión más interesantes, potentes y humanas de toda la película. Frases como la del espejo roto, la reflexión de que las chicas que son amantes no deberían llevar rímel o la reflexión de porqué nos enamoramos de quién lo hacemos. Me parecen brillantes y estoy segura que a más de uno con problemas románticos se le congelará la sonrisa en la cara al oír de boca de un personaje escrito hace 57 años algo tan candente y actual como la vida misma.

 No soy especialmente fan de las películas en blanco y negro. Pero tengo que admitir que algunas de las películas que más me han tocado en mi vida cinéfila, son las que, pudiendo ser en color, se utiliza el blanco y negro también para dar una dimensión ambiental y atmosférica interesante a la historia que se quiere contar.

Para mí, el Apartamento, se ha convertido en una cinta imprescindible en cualquier maratón de cine romántico con sentido. Hay innumerables pelis simplonas que hacen que este género tenga mala reputación. Pero el Apartamento es una joya, de esas que harán que el espectador ría, lloré, empatice y recuerde que a veces la magia de la amistad inaugura las mejores historias de amor.

Siguiendo con uno de mis directores favoritos. Gracias a una encantadora chica que es Cecilia. Me recomendó que, si me había gustado El Apartamento, le diera una oportunidad a Irma la Dulce. ¿Qué puedo decir? Como siempre, Wilder, es incapaz de hacer cosas vacías o sin sentido. La historia de Irma es muy interesante a distintos niveles.

¿Qué encontramos? Pues sin tapujos una chica de la calle, una prostituta, que se gana la vida ofreciendo amor y cariño a los distintos buscadores de amor que transitan por las calles más sórdidas de Paris. Irma con sus medias verdes y su adorable perrita Coqueta se gana un sueldo que en su totalidad es para el “chulo” que la protege. No tardamos en darnos cuenta de dos cosas muy significativas, Irma, es muy buena en su trabajo, tiene un don para enternecer a sus clientes y que estos le den más dinero del requerido. Por otra parte, Irma, trabaja para un hombre sin corazón que la explota y que es desagradable y desconsiderado con ella. Un día llegará al barrio un policía incorruptible, Lemmon, un buen tipo bastante inocente y porque no decirlo un poco tocho. Solo os diré que no acaba de entender a qué se dedica Irma, hasta que, la evidencia se le cae encima. Por una serie de acontecimientos El personaje de Jack Lemmon (si otra vez él), ocupará el lugar de protector/chulo de Irma.

¿Porqué me parece que esta peli es tan interesante?  Para empezar tres años después del Apartamento esta genial pareja volvía a compartir protagonismo. Ella un personaje diametralmente opuesto a la dulce ascensorista del Apartamento. MacLaine aporta a Irma carisma y sensualidad a raudales. Irma la dulce tiene puntos de ser una historia muy machista pero aun así en algunos momentos hasta me parece adelantada a su época. Sobre todo, en el dilema de la independencia económica que genera toda la película, no entraré en si la manera de ganarse la vida de Irma es la más digna o no. Pero me parece fascinante que en todo momento ella no quiere dejar de trabajar para que él tenga una buena situación económica gracias a su trabajo. Aquí aparecerá la dignidad masculina de Lemmon que hará lo indecible para que ella no tenga que venderse al mejor postor. Pero no deja de ser curiosa la naturaleza de ella a querer mantenerlo a él, y la incomodidad que le genera a él.

Como decía una peli de 1963 que no se queda en una película simpática e inocua. Para nada, Irma la dulce, explora un sistema patriarcal dominado por los hombres y la necesidad de una mujer por sentir que aporta, que es activa, que es su obligación mantener al hombre que quiere. La incapacidad que el siente en esta situación y la necesidad de ser él quien la salve a ella. Me parece una historia brillante que 55 años después puede hacernos plantearnos muchas cosas actuales.