Tengo la sensación extraña de que me he convertido en una equivocación, un capricho pasajero nocturno, un puñado de huesos desnudos y un montón de palabras que no dicen nada de mi y mucho menos de nadie. En algo que como viene se va, que no va a crecer, que no puede avanzar y que simplemente es un pasatiempo ameno para esos estados de apatía latente.
Siempre soy la mujer de la equivocación, el asterisco, la anécdota…
Me aburre.
Me aburre solemnemente.
Genial escrito, gracias 🙂 Besos
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Gracias a ti Coremi un abrazo gigante
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